Intenté cerrar mi cuenta. “Sólo tenés que llamar”, dijeron. Llamé. “Vení a la sucursal”, me dijeron. Fui. “Eso lo hacés por la app”. La app me dice que llame. Sospecho que si vuelvo a la sucursal, me ofrecen café y me dan una campera del banco, porque al parecer... soy de la familia.